miércoles, 27 de octubre de 2010

¡A dormir!

En el anterior post describí más o menos las pautas que sigo para que mi pequeña tenga buenos hábitos al comer. Ahora toca explicar como he conseguido que duerma toda la noche.
Cuando a penas tenía una semana de vida, recuerdo lo mal que lo pasé cada vez que llegaban las siete de la tarde. Lloraba sin parar hasta que conseguíamos que se durmiera, pero a la siguiente toma era la misma historia. Mi marido y yo nos turnábamos para dormirla. Dábamos vueltas a la mesa del comedor porque si parábamos se ponía a llorar y si te sentabas la liaba igual. Ella sólo quería movimiento. Cenábamos separados porque no dejaba que parásemos de dar vueltas.  Le compré un móvil de cuna con música y luces. La primera vez que se lo puse se durmió y pensé: ¡Bien, ha funcionado! Lo malo era que si se despertaba y el móvil estaba apagado, lloraba igual.  La segunda noche también la puse en su cuna y se durmió con el móvil, pero volvió a despertarse y a llorar.  Entendí que el aparatito no iba a solucionar mi problema, así que se lo quité de la cuna y 60€ malgastados.  Si conseguía que se durmiera de cualquier forma imaginable, al despertarse lloraba y tenía que volver a hacer la misma operación así que algo estaba fallando. Decidí no hacer nada raro para dormirla,así con 15 días de vida empecé con la rutina para dormirla. La bañaba a las 20:00, le daba el biberón, y luego le explicaba un cuento. Mientras le explicaba el cuento, le ponía música de fondo. Le gustaba escuchar canciones de cuna en inglés con el latido del corazón como fondo. Le relajaban mucho. Cuando pasaba un cuarto de hora después de cenar, la metía en su cuna con un peluche y 4 chupetes porque siempre se le caían. Le daba las buenas noches y me iba de la habitación. La primera noche tuve que entrar unas 3 o 4 veces porque lloraba, pero no la cogía, simplemente le decía que tenía que dormir, la calmaba, le ponía el chupete y me iba. Con tres noches haciendo esto conseguí que se durmiera sola.
Muchas veces me han dado ganas de meterla en mi cama y dormir con ella, pero es algo que nunca he hecho, a la que le haces algo a un niño ya lo coge por costumbre.  Ahora sigue durmiendo toda la noche sin problemas. Alguna vez se ha despertado por pesadillas o sin más y he ido a su cuarto, la he calmado, la he abrazado,pero no la saco de la cuna.  A veces ha sido necesario estar un rato en su habitación porque se ha despertado sobresaltada, ella se queda en la cuna y yo a su lado. Le doy la mano,pero antes que vuelva a dormirse le deseo felices sueños y me voy. Evito que se duerma con ayuda de algo (luz,brazos,música...) siempre he intentado que se duerma por si sola, aunque eso si, ahora tiene la cuna llena de peluches y le digo que si se despierta ellos la cuidarán.
Siempre ha tenido su rutina e intento mantenerle los horarios incluso el fin de semana.  Es un poco sacrificado porque a las 20:00 ya estás metida en casa,pero vale la pena porque desde que dejó la toma nocturna hemos dormido de un tirón.

sábado, 23 de octubre de 2010

¡Qué suerte tienes!

Estoy un poco harta que reconozcan que mi hija es un encanto y que piensen que es así por condición y que tenemos mucha suerte, sin pensar que su padre y yo hemos tenido algo que ver.  A los 4 meses ya empezó a dormir toda la noche y no tiene muchas manías cuando de comer se trata. Que sea así nos ha costado esfuerzo, paciencia y alguna pelea entre mi marido y yo.
Cuando le introduje los cereales, ( a los 4 meses) no se los daba en biberón, se los daba con cuchara. Era un coñazo, pero si tenía que levantarme una hora antes para que desayunara pues lo hacía. El fin era que debía ir dejando el biberón y aunque lo fácil era enchufárselo, me armaba de paciencia e iba poco a poco con la cuchara.
Al introducirle las papillas de verdura, me liaba tremendos dramas. Era ver la cuchara y se ponía a llorar desconsolada. Lo intenté durante 3 días, no comía y le acababa dando un biberón.  Entendí que me estaba equivocando, ella sabía que si se ponía como una histérica, le acabaría dando el biberón, así que si se comía una cucharada pues eso era lo único que comía hasta la merienda. Me dolía hacerle eso e incluso yo acababa llorando por dejar a mi hija sin comer, pero pensaba que era lo mejor para ella.  Al poco deboraba las papillas, era un encanto verla comer.
Cuando le introduje la fruta a trozos, fue otro drama, pero hice la misma operación, si tenía una manzana y no se la comía, no le daba nada más hasta la cena. Ahora come cualquier fruta que le des.
Al año empecé con los solidos, sólo comía pasta, arroz y carne. El plato de la foto, fue su primer plato de pasta a los 13 meses No conseguía que comiera nada más. Caí en el error de hacerle el avioncito o cantarle canciones para que comiera. Si no le cantaba, no comía, así que se acabaron las canciones y juegos a la hora de comer. Intentaba que durante la comida el rato fuera alegre y ameno, pero hablando con ella como puede hacer cualquier familia al sentarse a la mesa, no haciendo una fiesta cada vez que le tocara comer con canciones y juegos, se trataba de comer, no de jugar.
Cuando a los 18 meses ya debía comer de todo, dejé por completo las papillas y le hacía un primer plato,un segundo y postre. El día que había pasta y de segundo carne, se lo comía todo. Cuando tocaba algo que no le hacía gracia se negaba a probarlo. Mi norma siempre ha sido: Si no se come el primer plato, paso a darle el segundo y luego el postre, pero no variar el menú porque a ella no le guste. No me enfado si no come y no la premio si se acaba el plato. Nunca la he regañado,castigado o amenazado con algo si no comía.  Haciendo eso he conseguido que con 2 años coma igual que nosotros. Nos sentamos los tres juntos y comemos lo mismo. Ella es capaz de comerse sus 2 platos más un yogurt y fruta de postre. ¿Tengo suerte? Eso es lo que la gente cree, pero he sufrido mucho al dejarla sin comer, me he sentido mala madre y mala persona.por dejar que se acueste con un sólo yogurt en el estómago porque no ha querido comer lo que había para cenar.  Mi niña también era delicada con la comida, pero he sabido mantenerme firme aunque me haya costado muchas discusiones con mi pareja y muchos quebraderos de cabeza.

viernes, 22 de octubre de 2010

Virus de guardería

Cuando decidimos llevar a la guardería a mi pequeña, la mayoría nos decían: Uy ,ahora si que se va a poner enferma; Para que la llevas si siempre estará en casa malita; Te lo has pensado bien? ahora no dejarás de ir al médico... Pues bien, aquí estoy, medio estirada en el sofá con la manta, escribiendo como puedo porque cada dos por tres tengo que sonarme la nariz. Mi marido está igual,tirado en el otro sofá y con el pañuelo en la mano.  Y mi pequeña,dónde está? pues durmiendo placidamente en su camita.
En su clase todos los niños tiene tos y mocos. Ella no iba a ser menos y empezó con la congestión nasal y la molesta tos nocturna.  Por cierto, por si no lo sabéis, para mejorar la dichosa tos cuando se van a la cama, poner una cebolla partida por la mitad en un plato cerca de la cabecera o en la mesita de noche. A mi pequeña le va muy bien y duerme tranquila.
A los 2 días su padre empezó igual, yo tardé más, pero al final he sido la que ha pillado el constipado más fuerte. Ella no ha perdido el hambre ni las ganas de jugar, pero nosotros estamos destrozados.
Siempre contemplé la posibilidad de que pudiera enfermar y entonces necesitaría que alguien la cuidara, pero nunca pensé que nosotros también podíamos caer enfermos. Con un niño pequeño no puedes meterte en la cama todo el día a sudar el constipado. Mi pequeña quiere jugar,que le explique cuentos,que dibuje con ella y que corra para atraparla. No puedo hacer cualquier cosa para comer porque aunque yo no tenga hambre, ella tiene que seguir comiendo igual. Me hace partícipe en todo lo que hace, no suele entretenerse mucho rato sola y aunque le diga que no me encuentro bien,ella quiere que su  madre haga las cosas como siempre y esté presente. Ya ni contemplo la posibilidad de no ir al trabajo. Por temas de horarios, yo soy la que se ocupa más de la niña y si soy capaz de vestirla, darle el desayuno y llevarla al cole con sus correspondientes berrinches y negativas, puedo ir a trabajar mis 4 horas de reducción de jornada.
Mi pequeña no ha dejado de asistir a clase, no ha tenido fiebre, con un jarabe y suero fisiológico, hemos pasado, pero nosotros ahora ya sabemos lo que es el virus de guardería. 

domingo, 17 de octubre de 2010

No sé si podré aguantar

Estamos de pleno en los "temidos 2 años", había oído hablar, pero parecía que mi pequeña no iba a pasar por eso. Sé que es una mala etapa y que la tiene que pasar, pero a veces siento como si me castigase por algo.
Soy consciente que a esta edad tienen deseos propios y éstos no siempre son satisfechos. Eso es un motivo de enojo y desesperación que suele desembocar en una rabieta. Los niños se pueden sentir frustrados cuando nadie les festeja una nueva gracia, un gesto amoroso o un triunfo alcanzado, pero creo que ese no es el problema de mi niña.  Siempre tiene nuestra atención. 
El gran cambio lo ha dado desde que va a la guardería. Va contenta, tiene ganas de ir y cunado la voy a buscar no está triste ni nada de eso. Desde que empezó no ha soltado ni una lágrima al dejarla. La profesora me dice que es un encanto, no da problemas,es obediente y en el comedor se lo come todo y duerme la siesta sin problemas.  En casa,es lo contrario,siempre tiene que contradecir y por nada está llorando y como no hagas lo que quiere, empieza a llorar desconsoladamente y chillar.  Sus rabietas no son muy agresivas,llora y chilla, pero de momento no patalea, no pega ni golpea. Intento tener mucha paciencia,el problema es cuando el tiempo se echa encima,en esa situación me pongo nerviosa.  El otro día estuve a punto de llevarla en pijama a la escuela,se pasó una hora llorando porque no quería vestirse. Al final cedió,supongo que por agotamiento porque aunque intentaba calmarla, nada tenía efecto.  Sabe muy bien cual es mi punto débil sólo consigue alterarme cuando voy contra reloj.
El fin de semana es una niña diferente, es más obediente y no te pone tan a prueba. Supongo que en la guardería se porta tan bien que se desahoga en casa o simplemente me castiga por dejarla aunque esté encantada con ir al colegio.
Es agotador tener que batallar por todo, te deja de mal humor y al final lo pagas con quien no debes.  
Los consejos que te dan es sobrellevar esta etapa con humor; total, las famosas rabietas y berrinches desaparecerán cuando el pequeño comience a madurar,pero sinceramente, a mi no me hace gracia ver a mi hija chillando y llorando. Me siento frustrada,impotente, desesperada...,pero bueno,es mi niñita y debo encontrar la manera para que no me lleve a casos extremos o para que yo sepa sobrellevarlo. ¿Algún consejo?

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿Dónde está mi memoria?

Durante el embarazo, las siguientes frases son muy frecuentes: ¿Dónde he dejado el móvil? ¿Qué me ha dicho que haga? ¿Qué tenía que comprar? y  Perdona, ¿qué me has dicho?, no me acuerdo.  Memorizar datos extraños o nuevos nombres de personas que acabas de conocer, tener que recordar varias tareas o acciones a realizar se nos hace difícil.
Al principio piensas que es un despiste, pero pronto te das cuenta que eres olvidadiza y despistada.  Esa situación cuesta de asimilar, sobretodo si siempre lo has tenido todo organizado y no has necesitado una agenda para saber qué tienes pendiente por hacer.
A parte de los calambres, mareos, cansancio...se suma esta constante distracción que te convierte en una persona totalmente distinta.  Esos nueve meses en los que estás creando una nueva vida, son realmente maravillosos e indescribibles, pero no podemos negar que es un periodo de constantes cambios y no te da tiempo de asimilar todo.
Con el embarazo se rompen las rutinas que normalmente se siguen, se duerme menos y estás en constante alerta de todo lo que te sucede. Sólo tienes 9 meses para aprender a ser madre, estas ansiosa por si todo irá bien y  por ver a tu bebé. Así que ¿cómo no nos vamos a volver olvidadizas?
Lamentablemente esta falta de atención no desaparece al dar a luz, en mi caso aún perdura, aunque lo mío debe ser un caso extremo.  Ahora soy capaz de estar frente a una persona que me está hablando y estar pensando en que darle de cenar a la niña o cuando tengo que ir al pediatra.  Eso nunca me había pasado y realmente es angustioso no poder para de pensar y a veces ser incapaz de concentrarme.
Si estáis pasando por esto, no os desespereis, no sirve de nada. Es completamente normal, ahora son muchas las responsabilidades,dudas,miedos que antes no existían.
Es fundamental explicarle a vuestra pareja lo que es sucede. Ellos también lo sufren, de repente ven como su perfecta,ordenada y organizada pareja se convierte en un despiste andante y eso no creo que sea muy fácil de asimilar.


miércoles, 6 de octubre de 2010

¿Leche materna o de fórmula?

En mi empeño por ser buena madre, tenía muy claro que le iba a dar el pecho a mi bebé.  Parece que si no le das leche materna, tu bebé no será tan sano como el alimentado por biberón y además eres una madre despreocupada. Así te hacen sentir la mayoría de comadronas, parece que tienen acciones en la la liga de la leche
Nada mas nacer mi pequeña me dijeron que le diera de mamar. La teoría la tenía muy clara, pero a la hora de la verdad no era tan fácil.  Durante el primer día, insistían en que le diera el calostro, pero mi pequeña no estaba por la labor y se dormía, tenía que succionar muy fuerte y más bien era un poco gandula.  Ella no comía y yo me preocupaba, pero seguía intentándolo.  La primera noche empezó a llorar desconsolada y las enfermeras intentaban ayudarme para que la pequeña consiguiera comer. Esa noche le dimos un biberón con 20 ml de leche de fórmula y se calmó.
Los pediatras e enfermeras de la clínica me dijeron que todo se arreglaría cuando me subiera la leche, pero que no desistiera de darle calostro porque era vital para ella. Yo nunca vi el calostro aunque se empeñaban en decirme que si tenía.
A los 2 días me subió la leche y parecía que mi pequeña comía algo, pero a los 2 minutos se dormía y no había manera de despertarla. Cada vez que le daba de mamar tenía que estar molestándola para que no se durmiera.  Me quedé ,voluntariamente, 4 días en la clínica para ver si mi pequeña y yo conectábamos y conseguía que comiera. En ese periodo le iban dando leche de fórmula porque tenía hambre.
Una vez en casa, cada tres horas le iba dando el pecho.  Por la noche lloraba mucho y no sabía que hacer. En la clínica me dijeron que no me preocupara que comería y que no le diera biberones.
Con 5 días de vida la llevé al pediatra y perdía peso, lo que implicaba que tenía que llevarla cada 2 días a que la pesaran.  El pediatra volvió a decirme que la leche materna era muy importante, pero que si se quedaba con hambre le diera suplementos. Fue tajante en que comiera cada 3 horas día y noche. Empecé mi rutina, a las 7:00 le daba pecho. A las10:00, le daba biberón y yo me extraía la leche para dársela en la siguiente toma. A las 13:00 le daba pecho y la leche extraída...en fin que seguía en mi empeño de no ser una mala madre.
Me sentía culpable e inútil, no conseguía que mi pequeña comiera bien. Era agotador y para nada placentero. Dar el pecho tiene que ser un momento especial, estar relajada y disfrutar, pero para mi no lo era.  Frases como esta me dolía leerlas: "El dar de mamar a tu bebé es una experiencia maravillosa que una mamá no debe dejar de experimentar, pues, además de resultar la leche materna el mejor alimento para tu bebé, esto liga con muchísima fuerza el lazo relacional entre madre y bebé, y es un acto de conexión solamente comprensible por completo por quien dio de mamar alguna vez"
Cuando mi pequeña tenía 3 semanas de vida, muy a mi pesar, decidí darle sólo leche de fórmula. .   
Desde que dejé de darle el pecho, dejó de llorar y no tenía problemas de peso ni para dormir por las noches. Mi marido podía participar y se sentía genial pudiendo dar de comer a su pequeña. Tener al bebé en brazos y ver como te mira a los ojos con cara de satisfacción mientras come, es algo que muchos padres se pierden y que es exclusivo de las madres que dan de mamar.
Ahora tiene 2 años y nunca ha enfermado. Es una niña muy inteligente y está enmadrada, no hizo falta darle el pecho para crear un lazo de amor madre e hija.
No sirve de nada sentirse culpable, una buena madre es la que alimenta a su bebé sea como sea, mi mejor decisión fue dejar de darle el pecho y disfrutaba igualmente teniéndola en mis brazos mientras le daba el biberón porque siempre es mejor dar un biberón con amor que amamantar sufriendo.