Mi pequeña es un poco asustadiza. Los ruidos fuertes le asustan. Ese miedo hizo que una tarde que esperaba con ilusión acabara con llantos.
Estaba impaciente por la llegada de los Reyes Magos, esa tarde no hizo la siesta, estaba nerviosa. Cuando fuimos a la cabalgata estaba contenta y alucinaba con los caballos y carrozas. Todo era genial, una tarde mágica llena de ilusión. Cuando sus Majestades llegaron a la plaza del ayuntamiento un cañón hizo posible que empezara a nevar. Sobre todos los que estábamos allí caía nieve que hacía aún más mágica la ocasión. Ver aquello aún le hizo más ilusión que la cabalgata, pero poco duró. Cuando los Reyes salieron al balcón del ayuntamiento, empezaron fuegos artificiales. Sólo fueron cuatro, pero suficientes para que mi pequeña empezara a llorar y gritar que quería ir a casa. Nos fuimos corriendo de allí. Eso frustró su ilusión e incluso no quería mirar bajo el árbol a ver que le habían dejado allí los Reyes. Si le preguntas que le han traído los reyes te explica que había petardos y que le dan miedo.
No sé cómo actuar, la cojo, la abrazo, la calmo, pero no soporta ese estruendo. Intento anticiparme y avisarle que va explotar con tono festivo y alegre. Le digo que los petardos y cohetes son porque hay fiesta y la gente está contenta, pero nada tiene efecto.
Con los globos le pasa algo parecido. Puede verlos y ver como otros niños disfrutan jugando, pero es incapaz de tocar uno o acercarse a él. Ese es un problema aún mayor porque en toda fiesta infantil hay globos y se enfrenta a menudo a ellos. En la guardería es participativa en las actividades, pero si hay globos se arrincona y lo mira de lejos.
¿Sabéis alguna solución? ¿A vuestros pequeños también les pasa?