domingo, 19 de febrero de 2012

Y volvemos a las rabietas...ahora los terribles 4 años.

Mi pequeña cumplió los 3 años en agosto y por arte de magia, en septiembre, pareció acabar la etapa de los "terribles 2 años".  Pensaba escribir un post relacionado para animar a todos los padres que pasaban por esa fatídica etapa porque por suerte acaba.  He vuelto a abandonar a mis amigas bloggers, mi blog... y entre unas cosas y otras al final no lo escribí.
Ahora mismo escribirlo ya no tiene sentido porque sólo nos ha dado cinco meses de respiro.  Aún le falta medio año para cumplir los 4 años, pero creo que ahora ya estamos empezando la etapa de los "terribles 4 años"  
Las rabietas de entonces casi acaban conmigo, pero con paciencia las fuimos superando.  El problema es ahora que ya razona,es aún más testaruda y orgullosa que antes y sus palabras pueden llegar a hacer daño.  Además al ir al cole, aprende lo peor del comportamiento de otros niños. Mis hormonas y mi estado de ánimo no son los mismos y salto antes, descubre mis límites y no soy capaz de sobrellevarlo como antes.
El time out , es decir, designar un sitio donde el niño no se mueva, no juegue ni se distraiga, ya no me funciona. No permanece ni un segundo en el rincón de pensar.
Todo lo que leí entonces sobre como llevar las rabietas, lo vuelvo a leer, para refrescarme la memoria, pero necesito más paciencia,el embarazo me agota y siento que mi bebé tenga que pasar por esto, que sienta mi dolor e impotencia.
Sé que no cuento nada nuevo, es más de lo mismo, pero este es un post de descarga porque ahora estoy de bajón y necesito coger fuerzas y ayudar a mi pequeña a pasar esta etapa.

jueves, 9 de febrero de 2012

SACO NORDICO

Al empezar el frío os comenté en este post que me preocupaba que mi pequeña se destapase durmiendo.  Al final opté por el pijama manta y hasta ahora ha sido la mejor solución. Aunque ya no era necesario, le ponía una mantita para que cogiera el hábito de taparse, pero, para variar, no duraba mucho tapada. Alguna noche se despertaba y nos llamaba para que la tapásemos y después seguía durmiendo.  
Con la inminente llegada de mi bebé, hemos tenido que hacer reorganización en casa. A mi pequeña le hemos comprado una cama de niña grande y la cuna convertible pasará a su hermanita.  Aprovechando las rebajas fuimos a comprar la ropa de cama. No sabía si optar por funda nórdica, edredón o saco nórdico.  Al final elegimos éste último después de informarme sobre su utilidad.  Para quien no sepa en que consiste ( yo no lo tenía muy claro) es una funda, con o sin relleno, unida a la bajera ajustable  por lo que no necesitas nada más. La funda se separa de la sábana bajera mediante cremallera. LLeva la funda de almohada a juego y el relleno va a parte. El niño queda como en un saco pero  dispone de  sitio suficiente para moverse por la cama, sin miedo de que se destape al llevar la cremallera.  
Compramos dos para la cama de 90 cm. y otro para el convertible. Para habituar a la peque antes de que llegue su cama de niña mayor, estrenamos el del convertible y voilà! sin quererlo hemos dado con la solución para que duerma tapada.   No se ha vuelto a despertar para que la tapemos, amanece bien metedita en el saco y le encanta esa sensación de estar arropada. Además la cama se hace en un momento, cierras la cremallera y ya está. Le gusta tanto que ahora no quiere darle su cama a la hermanita porque le encanta dormir con su ropa de cama nueva.