Dentro de poco tendré a mi bebé en brazos y pensando en todo lo que necesito para cuando nazca, he querido compartir con vosotr@s mi experiencia con el biberón.
Como ya os expliqué en este post, sólo pude amamantar a mi pequeña tres semanas. Una vez la lactancia era sólo con biberón, empezaron los gases. En la tienda donde hice mi lista de nacimiento me recomendaron el biberón Medic de Bebé due. Era bastante más caro que cualquier otro biberón, ronda los 13€, pero me aseguraron que le iría muy bien. Os explico un poco en que se diferencia de los biberones convencionales:
REDUCE EL RIESGO DE CÓLICOS AL NO INGERIR AIRE Su exclusivo Sistema de circulación del aire elimina la presión negativa y evita la formación de burbujas de aire durante la toma, por lo que el bebé sólo ingiere líquido y se reduce considerablemente el riesgo de cólicos y malas digestiones.
FACILITA EL PASO DE LA TOMA DE PECHO A BIBERÓN El fluído constante facilita que el bebé tenga una toma relajada al ritmo que necesite y permite que pueda combinar incluso el pecho y el biberón de un modo natural
SENSOR DE TEMPERATURA Incorpora el sensor System Active en el extremo de la cánula que cambia de color advirtiendo que la temperatura supera los 37ºC.
NO CONTIENE BISFENOL A El Bisfenol A es un compuesto químico que contienen algunos materiales plásticos, el cual puede provocar alteraciones en el organismo. De ahí que tenga un color miel que no lo hace tan atractivo como los transparentes.
Yo empecé con el de plástico de 160 ml. para probar y no sé si fue el biberón, pero mi pequeña dejó de llorar y nosotros dejamos de dar vueltas al rededor de la mesa del comedor con ella en brazos para calmarla. Compré biberones de 300 ml. y no probé ninguno más porque realmente éste funcionaba.
Usaba la tetina de silicona porque el látex nunca me ha hecho gracia, pero al igual que puedes adquirir el biberón en vidrio, también hay tetinas de látex.
La única pega es que es un poco rollo tener que lavar ese montón de piezas, que son un total de siete, contando el biberón en sí, la tetina, la rosca y todo el sistema anti-cólico Además de las partes habituales de un biberón, éste tiene dos piezas que encajan entre sí y van colocadas justo debajo de la rosca donde ponemos la tetina. En una de esas dos piezas se encaja una cánula de plástico que como he mencionado antes, es donde está el sensor de temperatura. Ésta tiene dos funciones: el marcador violeta sirve para indicar si el líquido está demasiado caliente (va cambiando su color a rosa), y la cánula sirve para expulsar el aire hacia el fondo del biberón para que no se mezcle con el líquido y no facilite que el peque tenga cólicos. Realmente ves como van saliendo las burbujitas de aire. El biberón trae un cepillito para poder limpiar bien el interior de la cánula. Es más aparatosa la limpieza, pero viendo el resultado vale la pena.
Sin duda os lo recomiendo, si vuestros pequeños sufren de cólicos probadlo y me contáis.