Hasta ahora sólo me he limitado a dar noticias, pero no a contar lo que pienso He sentido, en miles de ocasiones que el segundo embarazo no tiene nada que ver con el primero. He llegado a sentir comparaciones odiosas como que es un constipado que sólo esperas que se te pase. Siempre he pensado que eso no me pasaría a mi porque no hay nada más maravilloso que tener un ser dentro. Lamentablemente he de admitir que no se vive como el primer embarazo, pero ya no sólo por ti, si no por los de tu entorno.
Recuerdo que cuando me quedé embarazada de mi pequeña y lo anunciamos, fue una fiesta y a partir de ahí eran constantes las preguntas de cómo me encontraba y las atenciones. La anunciación de este embarazo no ha creado la misma expectación y parece que ya hayan olvidado que sigo embarazada. Al tener un buen embarazo sigues haciendo lo mismo porque aunque estés más cansada sacas fuerzas para controlarlo todo. En el primer embarazo cuando tenías síntomas de ahogos, cansancio o pinchazos, te tumbabas e incluso hacías siestas durante el día. Ahora cuando tengo un pinchazo, un dolor o me canso, pienso: eso es normal, ya me pasó con el otro y sigo adelante sin quejarme. Si yo misma no me mimo, no puedo pedirle a los demás que lo hagan, pero a veces me dan ganas de gritar,: eh, que estoy embarazada, te acuerdas? Aunque ahora esté más ocupada porque tengo una pequeña a la que atender y no pare quieta, sigo necesitando mimos y atenciones. Mis hormonas están revueltas y reconozco que ahora tengo más genio y menos paciencia, pero no busco discutir, sólo comprensión y desahogarme.
Ya tengo barriga y aún no me he hecho ninguna foto. Con mi pequeña la hacía todas las semanas. Me siento mal, es como si descuidara a mi bebé porque no le dedico tiempo, porque no hablo con ella, porque no pierdo el tiempo en ponerle música para estimularla, porque no lo mando todo al carajo y me tumbo en el sofá...
Otra cosa que me tiene más inquieta en este embarazo es el miedo a que no vaya bien. No tengo riesgo y todo va genial, pero siempre tengo ese temor. No sé si a otras mamás les ha pasado igual o es normal, pero en vez de desear que llegue la eco para ver al bebé, lo que quiero es saber si está bien. Ese miedo no lo tuve antes y podía disfrutar más del embarazo.
Si alguna vez mi bebé llega a leer esto no quiero que se lleve una impresión equivocada. Estoy feliz de volver a ser mamá y es capaz de sacarme una sonrisa cuando noto que se mueve. Es maravilloso llevarla dentro y nunca diré que estoy deseando que salga y esto acabe porque quiero sentirla, quiero vivir mi embarazo y disfrutar de él. Y si los demás no lo viven con la misma ilusión pues yo si que la tengo.
Sí, un segundo embarazo es diferente, pero no hagamos que sea un tópico porque una mujer embarazada necesita lo mismo la primera, segunda o tercera vez y me seguirá dando rabia que otras madres me digan que me prepare para lo que es bueno porque un segundo embarazo es horrible. Mi bebé, no merece eso.